Reconocimiento a la trayectoria de una vida.

Sin poder –ni querer– evitarlo, siento su dolor como prueba de que la justicia existe, a pesar de que se, que no se trata de crímenes ni castigos, que la justicia absoluta no existe.
Si el sufre, todo parece estar bien.

Su muerte equivale a mi vida –y viceversa–.
Desde pequeños no enseñan que no es bueno desearle la muerte a nadie, “ni a nuestro peor enemigo”, dicen.
De grande yo he aprendido que es parte mía ese contacto y constante comunión con la muerte; la mía y la de los demás.

Desearle la muerte a alguien mas: no por compasión, no por odio, tampoco por justicia; sino por lo que puede significar esta; un nuevo panorama, peso muerto menos (jajaja).

Cuando suceda no me voy a entristecer, ni a llorar. No lo voy a lamentar.
No me voy a arrepentir.

¿Que significo tu vida cuando al final del camino alguien ansia verla terminar?