Estoy tratando de alcanzar el teléfono.
Las llamadas dolorosas.
Hay un momento, hay un lapso de tiempo, una hora determinada en que el invento desarrollado por Alexander Gram. Bell que tan útil nos resulta se convierte en instrumento de tortura digno de los tiempo de la inquisición. Aguardar acompañado de la incertidumbre el momento de recibir una llamada no menos dolorosa que la espera es para perder la razón. Los minutos pareces lustros, parecen no querer avanzar, mientras, la mente juega al juego de las malas pasadas.
Todo terminara en cuestión de minutos, pero el trauma perdurara por generaciones, instalado en la información genética heredada a nuestra descendencia, nuestros hijos pues.
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La llamada de la vocación duele, no se si siempre, pero la que yo conozco duele. Hay que esforzarse para lograr un lugar en la fila del oficio soñado, todos lo quieren, incluso los que no deben, y pocos son los afortunados. “Si no estas seguro, ni te acerques” debería haber una advertencia parecida, la unida forma de averiguar es intentando, el problema es que la caída va a ser mas dolorosa de lo normal. Si la meta esta muy arriba, prepárate para el golpe, todo es posible.
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“Pasas de lo brutal al fiasco en cuestión de segundos, la distancia entre una y otra es tan corta como un guión. Una coma como un trazo, línea, curva, pincelada, nota o acorde pueden marcar una diferencia tan abismal como profundo es el mar. Están tan lejos el genio del pendejo como esto: “-“ . Conviviendo hombro a hombro el éxito y el fracaso pelean por ver cual de los dos se impone. Una pizca de sal puede arruinar el platillo entero. Una pincelada de más recargar la pintura, un trazo más terminar con la perfección de un dibujo, Una nota demás y la melodía indicada se va al carajo. Entre el acierto y la equivocación no hay ni un paso”.
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Que chingue a su madre Landon Donovan.
Hay un momento, hay un lapso de tiempo, una hora determinada en que el invento desarrollado por Alexander Gram. Bell que tan útil nos resulta se convierte en instrumento de tortura digno de los tiempo de la inquisición. Aguardar acompañado de la incertidumbre el momento de recibir una llamada no menos dolorosa que la espera es para perder la razón. Los minutos pareces lustros, parecen no querer avanzar, mientras, la mente juega al juego de las malas pasadas.
Todo terminara en cuestión de minutos, pero el trauma perdurara por generaciones, instalado en la información genética heredada a nuestra descendencia, nuestros hijos pues.
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La llamada de la vocación duele, no se si siempre, pero la que yo conozco duele. Hay que esforzarse para lograr un lugar en la fila del oficio soñado, todos lo quieren, incluso los que no deben, y pocos son los afortunados. “Si no estas seguro, ni te acerques” debería haber una advertencia parecida, la unida forma de averiguar es intentando, el problema es que la caída va a ser mas dolorosa de lo normal. Si la meta esta muy arriba, prepárate para el golpe, todo es posible.
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“Pasas de lo brutal al fiasco en cuestión de segundos, la distancia entre una y otra es tan corta como un guión. Una coma como un trazo, línea, curva, pincelada, nota o acorde pueden marcar una diferencia tan abismal como profundo es el mar. Están tan lejos el genio del pendejo como esto: “-“ . Conviviendo hombro a hombro el éxito y el fracaso pelean por ver cual de los dos se impone. Una pizca de sal puede arruinar el platillo entero. Una pincelada de más recargar la pintura, un trazo más terminar con la perfección de un dibujo, Una nota demás y la melodía indicada se va al carajo. Entre el acierto y la equivocación no hay ni un paso”.
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Que chingue a su madre Landon Donovan.
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