True blog waits.

Malpagado, malhablado y malquerido.

viernes, junio 08, 2007

Un mono sin amaestrar que un día supo escuchar su voz.

Si dejara por un momento de darle vueltas a las cosas. O si me permitiera el haberme equivocado, como cualquiera, todos cometemos errores. Si dejara de imaginar situaciones imaginarias y escenas improbables (o probables) que no son más que especulaciones, aparte ni me incumben. Debería aceptar que termino, que no hay vuelta de hoja, que lo que no paso, así quedo, y que nada mas pasará. Si aceptara que termino, y me concentrara en todo lo bueno que hubo, y todo lo que aprendí. Si dejara de reprochar; lo hecho, hecho esta.

Algún lóbulo o parte equis de mi cerebro analiza; coteja, secciona, soluciona; todo lo que paso, y pasa a la fecha. Me da una respuesta lógica al problema, es sencillo, como matemáticas, A + B. Es cuestión de aceptación, de resignación, cosa de tiempo, dejar que las aguas se calmen, pasar a lo que sigue, cicatrizar… cerrar el círculo. Termino, no hay más, sin buscarle demasiado, ya hay que dejarlo por la paz, por los dos.

Pero…

Simbólicamente: ahí, donde un puño bombea sangre hacia todos los rincones de mí ser, donde se conectan el alma y la carne. Por donde todo pasa; el filtro: de nutrientes y de sentimientos. Ahí es un país diferente, la moneda oficial no vale lo mismo que en la tierra de la razón. El idioma es otro, es uno que solo se habla ahí, y solo ahí se entiende; Solo ahí tiene sentido. No sirven ni la lógica ni el razonamiento más brutal e irrefutable. No se habla en absolutos, y todo puede pasar. De ahí me llega una orden diferente, una solución que no es solución, un razonamiento sin razón, ni fundamentos. Lo que ahí me dicen no tiene sentido, no arregla nada, ni siquiera es opción. Pero su justificación que no justifica nada es tan fuerte y tan contundente, que no hay más que discutir.
Dice: No se trata de lo que debes hacer, sino de lo que quieres. Eso dice el corazón.

La batalla final se acerca.

Lo que debo Vs. Lo que quiero… hacer.

Definirá el destino de… mi vida. (ja!).


Siento que no se ha cerrado el ciclo, o no he dejado que se cierre.
¿A quien le hago caso?