True blog waits.

Malpagado, malhablado y malquerido.

viernes, noviembre 03, 2006

Feliz día muertos (feliz día abuela).

Cuando nos apegamos a algo, a alguien, tendemos a no querer separarnos de ello. Le guardamos cariño, le apreciamos, le dedicamos tiempo, esfuerzos, se vuelve parte de nuestras vidas, lo malo es que nada es para siempre como bien han dicho las personas por generaciones, y como seres humanos no hemos logrado aprender que el apego no es algo bueno, que todo en algún momento se va, se acaba, no estará mas con nosotros, y entonces cuando eso inevitablemente sucede, sufrimos, extrañamos lo que no esta mas cerca de nosotros, es un cambio difícil, todo se vuelve diferente y no lo planeamos ni lo controlamos, no logramos hacernos a la idea de que no esta mas, estamos demasiado apegados.

Cuando se trata de personas específicamente es diferente, la gente se muda, se deja de frecuentar, se va de viaje, o simplemente las vidas toman rumbos distintos, yo que se… pero siguen ahí, pisando el mismo suelo y respirando el mismo aire que nosotros, en alguna otra parte del mundo, por su cuenta, con alguien mas o solos, pero lejos de uno., sin embargo, siguen aquí.

Cuando alguien muere, ya no es así. Sabes a ciencia cierta que esa persona no esta mas en el planeta, que aunque quisieras, aunque viajaras, rastrearas, no hay forma de que vuelvas a ver al ser que se ha ido, y se siente ese vació que ha dejado. Cuando te separas de alguien siempre, siempre queda un dejo de esperanza inconsciente, mientras siga vivo, hay una posibilidad de que lo vuelvas a ver, aunque no llegue a ser así, pero sabes que anda por ahí. Cuando ha muerto, se pierde para siempre esa esperanza, y una parte de uno, una parte tan importante como haya sido esa persona en la vida de quien o quienes haya dejado.

Honremos a la muerte, que no es de temerse, es parte del proceso, todos nos iremos y de alguna forma seguiremos por aquí, en los recuerdos de cuyas vidas tocamos y nos tocaron.
Honremos a nuestro muertos, que bien merecen una ocasión especiar para ser recordados, nada de solemnidad, con fiesta que a ellos no les gustaría vernos entristecer como a nosotros no nos gustaría ver a quienes dejaremos cuando partamos.

Es el apego el problema, porque todos moriremos y la parca no es la enemiga.