Tendencia a la guerra.
No es tan largo el camino si se encuentra el modo de verlo interesante, ameno, disfrutable, incluso se hace mas corto, se puede compartir, se logra ver de otra perspectiva, la de alguien que siente que el sendero correcto es por el que camina, que dio el giro correcto en la esquina indicada. Cada segundo es una oportunidad mas de cambiarlo todo, hasta el gris tiene su encanto, ¿porque no?
Como se puede ver así hoy, mañana tal vez no, esa es la constante lucha del ser humano por decidir en donde vive, en un infierno personal creado para sortear las mas difíciles pruebas, o en el cielo donde todo parece encajar en el lugar indicado y no hay problema grande, no tan grande como la solución, así lo entendió Dante, así me lo enseño a mi. De cualquier modo, de cualquier vista, todo es una enseñanza que jamás acabara. Lo que aprendemos en el transcurso al fin, no nos servirá para nada a la última hora, mas que para haber llevado nuestras vidas en paz, con nosotros mismos, con los demás, con satisfacción, con saber disfrutable de las cosas que logramos. No hay finalidad, la felicidad no es un concepto de algo, es la colección de momentos que logramos a lo largo de la jornada, eso pienso ahora, tal vez mañana no.
Es una batalla por controlar la parte amable de la vida, nada cambia más que nuestra perspectiva de las cosas, con las cosas que hacemos, con la forma en que actuamos.
Es la conjunción de sonidos que llamamos notas, que entrelazadas forman lo que nombro alguien acordes, que conjugan en una tonada a la cual damos un significado, un color, una imagen, un recuerdo una frase, un momento de nuestras vidas, se vuelve nuestra, y nos ayuda a hacer la jornada mas llevadera.
La pelea por el bienestar nunca termina, y ahí donde todo parece perdido se encuentra el sabor de lo que llamamos victoria. La victoria no lo es sin la derrota, lo dulce no se distingue sin lo amargo. El amor no es amor sin su contrario.
Amar es combatir.
Amar es combatir, si dos se besan cambia el mundo,
Como se puede ver así hoy, mañana tal vez no, esa es la constante lucha del ser humano por decidir en donde vive, en un infierno personal creado para sortear las mas difíciles pruebas, o en el cielo donde todo parece encajar en el lugar indicado y no hay problema grande, no tan grande como la solución, así lo entendió Dante, así me lo enseño a mi. De cualquier modo, de cualquier vista, todo es una enseñanza que jamás acabara. Lo que aprendemos en el transcurso al fin, no nos servirá para nada a la última hora, mas que para haber llevado nuestras vidas en paz, con nosotros mismos, con los demás, con satisfacción, con saber disfrutable de las cosas que logramos. No hay finalidad, la felicidad no es un concepto de algo, es la colección de momentos que logramos a lo largo de la jornada, eso pienso ahora, tal vez mañana no.
Es una batalla por controlar la parte amable de la vida, nada cambia más que nuestra perspectiva de las cosas, con las cosas que hacemos, con la forma en que actuamos.
Es la conjunción de sonidos que llamamos notas, que entrelazadas forman lo que nombro alguien acordes, que conjugan en una tonada a la cual damos un significado, un color, una imagen, un recuerdo una frase, un momento de nuestras vidas, se vuelve nuestra, y nos ayuda a hacer la jornada mas llevadera.
La pelea por el bienestar nunca termina, y ahí donde todo parece perdido se encuentra el sabor de lo que llamamos victoria. La victoria no lo es sin la derrota, lo dulce no se distingue sin lo amargo. El amor no es amor sin su contrario.
Amar es combatir.
Amar es combatir, si dos se besan cambia el mundo,
el mundo cambia, cambia, cambia, cambia el mundo,
brotan alas.
Ayer igual que hoy lo que amas nunca pierde su color,
se regenera, vuelve a ser lo que antes era,
brilla el sol.
Música: Monocordio.
Letra: Octavio Paz/Fernando Rivera Calderón.
Música: Monocordio.
Letra: Octavio Paz/Fernando Rivera Calderón.
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