Un diez de mayo.

¿Qué pasara con todos esos “te quieros” (por ejemplo) que decimos en vano? Que en su momento dijimos con todo el sentimiento a flor de piel, sin ninguna condición ni en función de nada, por mero gusto y ganas de hacerlo, de veras de corazón, pero, que al final ni fueron tomados en cuenta, valorados o fueron recibidos por las personas equivocadas, personas que no lo valoraron de igual forma que como fueron dichos. ¿Es eso sentimiento desperdiciado? ¿Mero gasto de energía “sentimental”? o simplemente algo que; pues, pasa.

Más bien creo que es demasiado ocioso de mi parte estar pensando en eso.

¿Cuando una mujer se siente alagada por un recurso tan fácil y pendejo como; el que su cuate, el que es bien perro y bien “ingenioso”, la felicita en el día de las madres porque es “una mamacita” es igual de mensa y lela que el?

Yo digo que si.

Cuanta pendejada alrededor de este día, la mera verdad.
De verdad que muchas veces agradezco “no tener padre” y no tener que pasar por ese embarazoso y forzado tramite cuando es turno de festejar “su día”

Quiero mucho a mi madre, a pesar de un montón de cosas, y se me hace “hipócrita” de mi parte el ¿fingir? Que la quiero más en un 10 de mayo.
No me va a hacer mejor hijo regalarle una licuadora hoy, ¿O si?