Carta abierta:
Palabras mas, palabras menos, pero lo diste a entender. Dijiste: “Que las cosas son como son, que no se puede hacer nada al respecto, mas que resignarse y entrarle a jugar el mismo juego”.
Me perturbo saber que piensas así. Me molesto, la verdad. Rendirse y pensar que lo único que se puede hacer al respecto es entrar al juego se me hace una actitud cobarde. No hay pretexto, a cada quien le toca diferente, y lo ve diferente, yo también me he cansado de estar contra la corriente, pero no rendido, y si yo puedo aguantar, cualquiera puede.
Aunque creo que hasta lo entiendo, y puedo tolerarlo a distancia; no lo respeto. La actitud me sigue pareciendo cobarde y conformista, supe que es algo de lo que no quiero ser participe, que es algo de lo que no quiero estar cerca. Perdón.
Ahora entiendo un poco más muchas cosas, muchas actitudes, mas no se justifican. Tendrás tus razones, pero yo nunca di pie para que te cerraras de esa forma, al contrario, creo yo.
Si querías el control, no es que lo tuvieras, te lo cedí, porque a mi jamás me intereso, ni me interesa, y aun así no supiste que hacer con eso. ¿Entonces el pedo si era conmigo? Pero eso es, o fue tu problema, no mío.
No todo en la conversación se tomo textual, habían contextos y situaciones platicadas que daban otro tinte a las hipótesis y las ideas, pero al final todo es un reflejo del deseo real y de la personalidad.
Tenías razón, no podíamos estar juntos, no así.
Me perturbo saber que piensas así. Me molesto, la verdad. Rendirse y pensar que lo único que se puede hacer al respecto es entrar al juego se me hace una actitud cobarde. No hay pretexto, a cada quien le toca diferente, y lo ve diferente, yo también me he cansado de estar contra la corriente, pero no rendido, y si yo puedo aguantar, cualquiera puede.
Aunque creo que hasta lo entiendo, y puedo tolerarlo a distancia; no lo respeto. La actitud me sigue pareciendo cobarde y conformista, supe que es algo de lo que no quiero ser participe, que es algo de lo que no quiero estar cerca. Perdón.
Ahora entiendo un poco más muchas cosas, muchas actitudes, mas no se justifican. Tendrás tus razones, pero yo nunca di pie para que te cerraras de esa forma, al contrario, creo yo.
Si querías el control, no es que lo tuvieras, te lo cedí, porque a mi jamás me intereso, ni me interesa, y aun así no supiste que hacer con eso. ¿Entonces el pedo si era conmigo? Pero eso es, o fue tu problema, no mío.
No todo en la conversación se tomo textual, habían contextos y situaciones platicadas que daban otro tinte a las hipótesis y las ideas, pero al final todo es un reflejo del deseo real y de la personalidad.
Tenías razón, no podíamos estar juntos, no así.
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