Karma instantaneo.

Ya no quiero tener justificaciones para todo. Lo que he hecho mal, lo he pagado. Lo que hago, o haré mal, lo pagaré, lo doy por hecho, lo acepto y me hago responsable por mis actos y sus consecuencias. Estoy conciente de ello.
Lo que en mi no quedó, lo que no estuvo bajo mi control, aquello que me afecto o lastimo sin merecerlo… pues no me corresponde juzgarlo; menos cobrarlo. No necesito hacerlo. Quien piense que es por dejado, o por pendejo (que los hay seguramente) no son más que imbeciles. Nada queda impune, y no gastare mi tiempo y esfuerzo en “corregir” lo incorregible. Que hagan, que digan. A mí ya me da igual, yo estoy tranquilo.

*Referente a ninguna situación en especifico, solo para aclarar (aunque no debería ser necesario, pfff!).