Genealogía

A veces me cuesta asimilar que vengo de ningún lado.
Varios de mis mas cercano amigos tiene alguna raíz de talento, algún bagaje o gen que justifica de cierta manera alguna de sus virtudes. Algún pariente o antepasado músico, o artista, alguna especie de antecedente, yo no.

De madre secretaria y padre obrero no comprendo de que parte podría provenir esa vena “artística”. Vaya, que si no soy de lo mas talentoso hay por lo menos esa intención o curiosidad, ese impulso.
No descarto algún talento oculto por parte de algún familiar, o de mis mismos padres, que nunca se desarrollo y por tanto nunca estuvo a la vista; y el punto es ese, que no se ve, que no se donde puede estar, y la verdad me cuesta un poco creer que provengo de nada. Aunque me gustaría, me daría ese algo de mérito, de haberlo hecho -por decirlo de alguna forma-, solo; pero al mismo tiempo siento como si me invalidara, como si no tuviera derecho a sobresalir, como si mis virtudes no fueran producto del talento sino del mero esfuerzo, cultivando, practicando -que para nada es malo-, que por lo mismo llegara a un limite, y jamas se asomara por encima de lo normal, de lo común.

Siempre lo he negado, pero creo que como toda persona poseo ese miedo y rechazo innato a ser del montón, a no trascender.

A la mierda la trascendencia.
Necesitar el reconocimiento de los demás es una mamada.

Inúltil.

Trato de usar la razón, deveras lo intento; por alguna razón -que tal vez si conozco y no deseo aceptar- gana el corazón.
Me rige el sentimiento, no puedo evitarlo, trato, pero no lo logro.