True blog waits.

Malpagado, malhablado y malquerido.

viernes, junio 29, 2007

El sexo es cabrón, fuerte… impactante, llamativo, sucio, carnal, complejo, necesario, puro, animal, ancestral, rico, culposo, liberador, tramposo, furioso, estresante, confuso, intenso, simple, recto, ansioso… etc.

Y la mas entregada muestra de afecto también.

Puedes querer bien cabrón.
Pero, ¿amar bien cabrón?

Amar.
Y ya.

Amor.
Es un absoluto.

jueves, junio 28, 2007

Todo puede salir mal, en cualquier momento. Convertirse en una pesadilla sin poder despertar, el infierno en la tierra. De la nada.
Igualmente todo puede ser perfecto.

Bendita incertidumbre.

lunes, junio 25, 2007

Float on.

De cierta forma me inculcaron que la felicidad era algo que había que buscar. Pues me enseñaron mal. Es la conjunción de lo que obtienes al buscar, es algo simbólico, no un concepto.

Hay días en que cuesta mas trabajo andar. La calle parece más agresiva que otros días; la ciudad se siente más grande que otras veces. Son esos días en que el primer paso fuera de casa es titubeante, se siente inseguridad, mas de lo habitual. La sensación de que todo puede marchar mal, de aquí al fin de semana parece más un hecho que un presentimiento.
Es lunes, y los lunes todo se siente más pesado, más lento. Las actividades cotidianas requieren más esfuerzo que en un día “normal”. Es como una sensación de rigidez, que, con el paso de los minutos, o las horas, va desapareciendo. La maquinaria se acostumbra al movimiento y recupera el andar de siempre. Va legando la tarde de un lunes y se sabe que falta menos para que acabe, y que por la noche todo será mejor. Porque mañana ya es martes, y ya todo ira saliendo a flote.

viernes, junio 22, 2007

Ni muy, muy. Ni tan, tan.

No me gusta mucho calor.
No me gusta mucho frió.

No me gusta nada en demasía.
Aunque parece que gusto de vivir de extremos.

Hablar en absolutos se me hace algo idiota; tajante sin fundamento.
Pero seguido utilizo las palabras: Nunca, jamás, definitivamente, y así por el estilo.

O si, o no.
O todo, o nada.

A pesar de saber que cada color tiene muchísimas tonalidades y no todo es blanco o negro.
A veces dejo que todo se cargue de un solo lado.

Caigo en ese error seguido, me dejo llevar, y cuando me doy cuenta a veces es demasiado tarde.
Pero en mi nuevo afán de buscar un equilibrio, siendo bastante obvio y cayendo en cuanto cliché conozco, me atrevo a reflexionar; en cuestión de sentimientos, encima de una ley de la física: la de la transformación de la materia. La cosa es que aplica para un montón de cosas, no necesaria y específicamente para la materia per se. Dice:

_ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ no se crea ni se destruye, solo se transforma.

(escriba sobre la línea la categoría de su lección).

Yo escogí: sentimiento.
Y me queda así.

"El sentimiento no termina, solo se transforma".

¿Ve que fácil es?
Damita. Caballero.
Puede hacerlo usted “allá” en casita.

Mi torta esta mojada, y no es ahogada…

jueves, junio 21, 2007

"Aun no puedo lanzarme a descubrir todo lo que hay afuera, no hasta que domine lo que hay adentro. No lo apreciaría igual".

Bike.

Así me despido usualmente, del mensajero, o myspace o de comentarios varios en el mundillo del interné. Por cotorro, por lelo, porque sí, porque lo vi en algún lado y me gusto. Porque me gustan las bicicletas.

Ayer pensaba, y recordaba: En lo relevante que fue para mi en mi infancia el andar en bicicleta. Hace mucho no pensaba en ello, y no se porque justo ayer me asalto el recuerdo de tantas cosas padres y divertidas que viví andando en bicicleta; solo, o en bola. Andar en bicicleta es de lo mas común, me imagino que el 90% de los niños en algún momento disfrutan (o disfrutaban) salir a dar la vuelta, echar carreritas, pedalear hasta el cansancio, y después pedalear mas, mas fuerte, y mas lejos. Nada del otro mundo, pero; en esos años en que yo tenía bicicleta fue algo que disfrute muchísimo; puedo decir que era lo que mas disfrutaba en el mundo.

Las actividades que me apasionan y que mas disfruto son aquellas que me permiten liberar la mente de lo que sucede a mi alrededor, dejar la mierda fuera y focalizar toda mi atención en lo que estoy haciendo, no pensar en otra cosa mas que en eso, y en ponerle todo mi empeño y esfuerzo. Trabajar duro para conseguir la meta, llámese: recortar un rival y soltar un pase con destino a buen puerto, o un zapatazo que pase, de menos, cerca de la meta, cualquiera que esta sea. Realizar una serie de trazos, líneas, curvas, figuras, texturas, ideas; sobre lienzo virgen, buscando formar o plasmar una imagen, la deseada, o lo mas cercano posible. Armar, imaginar, o ejecutar sobre las doce la sucesión de notas y acordes que hilan una melodía: original o interpretada. O la acción de tomar camino manubrio en mano, rotar las piernas con rodillas flexionadas (pedalear le dicen) haciendo girar la estrella, girando las ruedas debido a la tracción de la cadena sobre estas, sentado sobre un incomodo asiento pegado al cuadro (que es mas bien rectangular).

Era rodada veinte, cross, roja, y yo tenia unos guantes de ciclista, ja; De colores: verde fosforescente entrelazado con otros: naranja, rojo, morado, no recuerdo cuales más. Vistosos, no estaban muy padres, pero a mi me gustaban.
Una navidad ahí estaba, en el hueco junto a la escalera, lugar que ocuparía los próximos años al regreso de cada viaje.

De muy niño no era de esos morros activos, que juegan a lo que sea. Cero deportes de conjunto, cero actividad física. No era de esos que se divierten con otros niños.
Jugaba con pedazos de juguetes que formaban uno nuevo, con figuras de plastilina, con mis manos, dibujaba, o veía tele, solo.
Ahora que lo pienso, la bicicleta me abrió las puertas de la socialización con otros.
Si tenia amigos, pero la mayor parte la pasaba en mi casa, cuidado por mis abuelos, y un tanto restringido de salir. Me imagino que fue efecto de ser hijo único, no se.
La bicicleta me dio libertad…
Yo no jugaba fútbol en esos tiempos, ni americano, ni básquet, ni nada. Me jalaban en avalancha ocasionalmente. Corría rápido, eso si. Los patines nunca me llamaron la atención del todo, y jamás aprendí a andar en patineta, pero la bici era diferente.

Descubrí que podía salir, que podía acortar distancias, e ir más rápido de lo usual, y más lejos. Y empecé a ir a todos lados en ella, a casas de mis amigos, para juntarlos, y después ir mas lejos, cada vez mas lejos.
Las restricciones en mi casa me limitaban a los alrededores de Santa Mónica. En teoría. Y así en secreto huía mas allá, a explorar, a lugares que nunca antes había visto a mi corta edad. A valle dorado, a la Av. Gustavo baz, ahí por la coca cola. A Satélite por plaza. Me metía a las avenidas, a la Santa Mónica y a Gustavo baz con sus pendientes pronunciadas (mi golosina favorita). Al periférico; de subida en una sola velocidad, haciendo esfuerzo con las piernas como nunca. De bajada hecho la madre, a veces apenas pudiendo controlar la estabilidad del manubrio. Derrapando. Brincando topes, hoyos, subiendo banquetas sin desmontar. Cambiando carriles frente a los autos en las avenidas, frente a camiones, por años, y prácticamente sin caídas. Menos de veinte visitas al suelo seguro, ninguna de cuidado, raspones y moretones, un par de pantalones rotos solamente. Solo una cicatriz representativa que conservo aun hoy, y hasta con orgullo, jaja.
Escapando de un perro, volando un tope en una curva, las llantas aterrizaron en ángulo agudo y derrape inclinado, cayendo sobre la parte de afuera de mi codo, rapando mi piel contra el pavimento, ahí por el DIF de Santa Mónica. El perro me alcanzo, me olio, y me dejo, jajaja.
Otra ocasión quede casi debajo de un trailer, el trailer estaba de lado. Casi me atropellan infinidad de veces, pero jamás paso. Llegue a tener tan dominada la calle sobre dos ruedas que me creí incapaz de ser atropellado, aun manejando una bicicleta ya destartalada, floja y temblorosa en cada una de sus coyunturas. Con un manubrio que giraba 360º sobre su propio eje. El asiento se movía sobre su horizontal, ansioso de volverse vertical, cual sube y baja. Frenos flojos, ejes de rueda oscilantes, parchada, raspada, golpeada, agonizante definitivamente, pero nunca la deje de usar, no hasta el último momento.
Curioso, jamás en 3 o 4 años se le cayo la cadena, cosa poco común en una “baika”. Tal ves la falta de otras velocidades ayudo a que la cadena permaneciera en su sitio. Sabía ponerla de regreso, pero nunca fue necesario.

Travesías lejanas (para un niño de 12), que duraban horas. Carreras con los cuates, Acedotas chistosas por montones, harta diversión, definitivamente se volvió mi actividad favorita en esos años, en que, en algún momento se junto con el básquet. No era bueno, pero me divertía. No duro, nunca me apasiono, fue más una moda. Después llego el fút y me atrapo, tal vez por el resto de mi vida, empecé como cualquiera y mejore una infinidad; pero eso es otra historia.

Mis experiencias, y el acto en si de montar la bicicleta, hoy que lo pienso, fueron sumamente importante en mi vida.
Me despertó; física, mental y emocionalmente.
Me volví ágil, un poco más fuerte, y sobre todo activo. Me dio reflejos, seguridad, me quito muchos miedos y me volví más arriesgado (muchas veces imprudente).
Y bien, bien importante: Descubrí lo que era la pasión por algo.

Un día cualquiera, de regreso de valle dorado creo, ahí a la altura del Aurrera (en esos tiempos) sobre periférico, simplemente y sin razón aparente, dejo de rodar.
La cadena se atoro con la estrella, y al zafarla de alguna forma se barrio, dejo de conectarse con la rueda y no hubo tracción, el pedaleo se volvió inútil, era un movimiento suelto que no producía ningún efecto.
Y así, la fue aventando (literalmente) de camino a mi casa, ya cerca. Quedo en su lugar, inservible, aun un par de años, y después… después ya ni recuerdo que fue de ella.

Fue una relación real, pura, de satisfacción mutua; yo le daba vida, y ella me hacia vivir, juntos por años, viendo el uno por el otro (de cierta forma simbólica). Y cuando hubo que despedirse… no lo resentí, no entristecí, no llore, ni me lamente por la perdida, no existió ese apego inútil que hoy siento por un montón de cosas y personas, y que no vale la pena (no por las personas o cosas, sino por el apego en si).
Hoy solo me queda un recuerdo: con gusto y añoranza, de todos los momentos juntos, todas las anécdotas y las buenas cosas que recibí de aquella relación de años.
Después de eso no he tenido otra bicicleta, no he vuelto a montar como en aquellos días. Cada equis tiempo extraño el rolar por ahí, sin rumbo, sin motivo, por el puro gusto de hacerlo, pero por una u otra razón (el hecho de que no poseo la herramienta principal, incluida) no ha pasado, pero se que pasara, se que un día montare de nuevo un par de ruedas nuevas, y lo voy a disfrutar tanto como ayer. O incluso más.

Esta. Esta es la reflexión de la mejor relación que he tenido en mi vida; la más pura, y una bien importante. Y no fue con una persona.

Las personas somos mezquinas y egoístas, prefiero lidiar con el dibujo, con el fútbol, con las guitarras, y con las bicicletas. No traicionan, no te lastiman, no te dejan… Jamás.

Extraño andar en bicicleta, pero con cariño, no como otras cosas.

miércoles, junio 20, 2007

“Si en algo necesito tener fe estos días; es en mi mismo. ¿Si no en que? Si no, ¿Quién?”

lunes, junio 18, 2007

"Tal vez debería dejar de buscar de quien o de que enamorarme. Esta vez esperare a que se enamoren de mí".

viernes, junio 15, 2007

No hay excusas.

“You my friendI will defendAnd if we change, well ILove you anyway”.

Alice in Chains.


jueves, junio 14, 2007

Entrada 101:

Estuve revisando las anteriores, por mes, recordando más o menos por que momento estaba pasando cuando escribí tal o cual cosa. Es bien cagado como las cosas parecen moverse en círculos, como hay situaciones, o pensamientos que indicaban cosas por venir, o coincidían ciertos pensamientos o ideas con otras cosas diferentes, pero en algún punto o sentido conectados. No se, es muy ambiguo o muy ocioso tomarlo de esa forma, tal vez es demasiado personal y solo yo me entiendo, pero ahí están, una suerte de señales y claves que giran sobre una misma sucesión de eventos, que casualmente, terminaron justo ayer, con la entrada numero 100. Todo este “ciclo” (por llamarlo de alguna forma) de mi existencia comenzó prácticamente en el momento que abrí el blog, y termino (por lo menos simbólicamente) ayer, conmemorando el centésimo post. Y ahí va a quedar, lo que dure mi cuenta, o blogger, o Internet, o el mundo, aquí me quedara el recuerdo de sucesos que pasaron entre dos puntos específicos de tiempo transcurrido alrededor mió. Nueve meses por demás tormentosos, pero también bien padres y relevantes, para mi por lo menos. Hoy los veo con un poco de tristeza y dolor. Mañana quien sabe; después tal vez solo sea una fotografía de lo que fui en este entonces.
¿Que dice Albert Hammond hijo?
de regreso a la 101... jajaja.
Todo es una señal para mí en estos días.

miércoles, junio 13, 2007

¿Que siento?

Siento que es una lastima… que todo pudo ser mucho mejor.
Siento impotencia.
Siento tristeza.
Siento preocupación, y no es por mí.
Siento no haberme encontrado de esta manera antes.
Siento la necesidad de moverme, ya, a otro lado, a otro espacio.
Siento algo de rencor.
Siento algo de ansiedad.
Siento un poco de dolor.
Siento un poco de ganas de desquitarme, pero no lo voy a hacer.
Siento que voy a estar mejor.
Siento que era lo mejor.
Siento haber neceado, pero…
Siento que era motivado por algo verdadero.
Siento que las cosas no salieran como yo quería.
Siento algo de tranquilidad.
Siento soledad.
Siento necesidad.
Siento un poco de decepción.
Siento incertidumbre.
Siento duda.
Siento somnolencia.

Aun siento… pero ya no igual que antes.

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Y esta fue la entrada #100.
Cien veces he sentido la necesidad de escribir en este espacio que blogger amable y gratuitamente me otorgo.
Cien cosas distintas desde el momento en que abrí la cuenta hasta el día de hoy.
Cien momentos que de una u otra forma marcaron a esta persona.
Cien textos que dicen mucho; pero con respecto al autor de los mismos.
Cien pedazos de la existencia de un ser humano, pedazos que muestran la evolución de este al pasar del tiempo.
Un ciento de espacio/tiempo desperdiciados. O aprovechados.

Cien cosas que me pasaron, que hice, que pensé, que sentí, que viví, que imagine, que invente, que escuche, que mire, que encontré, que perdí, que planee, que acerté, que erré. Que me hacen la persona/ser humano/hombre; que soy hoy, en este momento, en este lugar, en este plano existencial.

Cien veces yo.

Frenado en seco.

Con vuelo, a 88km/hr listo para viajar en el tiempo y me estampe con una pared.
De regreso a la realidad. Nadie, NADIE, es tan capaz y maduro como para manejar lo bueno que tiene. El hedonismo, el disfrute vulgar, y la decadencia siempre son el recurso más fácil.

¡Vamos pues!

Lo sabia, y quede como predije, sin nada entre las mano. Perdí otra vez, pero andaré de nuevo, y seguro volveré a perder, pero insistiré, necio y todo. Alguna vez tendré que ganar, ¿no?

¿Y que me deja todo esto? Contando desde el momento del primer contacto en casa de Ángel, hasta hace unos minutos. No mucho, no mucho que festejar tal cual, varios momentos padres, y mucho, mucho aprendizaje, pero satisfacción real, mía, personal, poca. No fue mi culpa, pero así fue. Merecía mas, mucho mas… no por lo que haya dado, o por reciprocidad, sino por honesto, por entregado, por hacer y decir de corazón. Por preocupado, por desinteresado (de cierta manera), por seguir mi convicción y no cambiar quien soy, por hacerme querer por lo que soy y no por lo que doy, y sobre todo por quererla y respetarla, por quien es, no por lo que hizo o dejo de hacer, o por lo que dijo o no dijo, o por darme o no darme lo que YO, necesitaba. No fue, ni me dio, lo que necesite, pero la quise, de verdad, por ser ella. Yo merecía más por justicia. Pero la vida no es justa y contra eso no hay mas que hacer.

¡Al carajo! y a lo que sigue; ahora si.

Ya no me voy a lamentar, ni a aguitar, ni a reprochar, ni a atormentar, por algo que paso y que ya termino. Porque al final cambié, y lo que paso o no, en mi no quedó.



No ha habido ninguna que sea suficiente mujer para ser mi hombre. ¿La habrá?

martes, junio 12, 2007

De repente todo esta tan claro, es nítido, brilla.

De tripas corazón.

Hoy si, creo que por fin termine de volverme loco. Perdí la razón por completo. Una vez más; de la nada, sin motivo aparente. Entumido emocionalmente soy material dispuesto, a jugarme el pellejo por lo innecesario, a arriesgar la poca estabilidad emocional y psicológica que me quedan por lo más efímero que podría llegar a “obtener”. Que, ¿Dos meses? Máximo, si sucede. Sin posibilidad de ganancia y con todas las de perder, al mismo tiempo sin nada que perder. Lo impensable: escogí arriesgarlo todo por nada, por algo que no necesito, al contrario. A la mierda con todo, ya ni me importan las consecuencias. Inconsciente e irresponsable, esa es mi actual actitud con respecto a…
Así de brutal e ilógica resulto mi naturaleza. Así estoy cómodo: intranquilo, atormentado, dramático; bestial. Cargar cruces es mi cruz. Llenar huecos con… lo que sea; en eso mato tiempo, en lo que el tiempo me mata a mi. Parece que la tranquilidad me tiene intranquilo, como si la vida no me supiera a nada si no tengo pedos. Sin importar en que vaya a terminar esto, mi decisión ya fue tomada; tómalo o déjalo, yo soy material dispuesto. Trata de destruirme, veras que no podrás, mientras que yo me hago más fuerte. Y si por casualidad resulto de ayuda todo el embrollo, seguro fue pura coincidencia.

lunes, junio 11, 2007

It won't be long.

Igual y tarde… pero seguro llegaré.

Una joyota en video del Motor Motel Love Songs del Jason Collett, parido hace 5 añotes ya (el disco, no Jason Collett) en 2002.

Ya no tardara.



viernes, junio 08, 2007

Un mono sin amaestrar que un día supo escuchar su voz.

Si dejara por un momento de darle vueltas a las cosas. O si me permitiera el haberme equivocado, como cualquiera, todos cometemos errores. Si dejara de imaginar situaciones imaginarias y escenas improbables (o probables) que no son más que especulaciones, aparte ni me incumben. Debería aceptar que termino, que no hay vuelta de hoja, que lo que no paso, así quedo, y que nada mas pasará. Si aceptara que termino, y me concentrara en todo lo bueno que hubo, y todo lo que aprendí. Si dejara de reprochar; lo hecho, hecho esta.

Algún lóbulo o parte equis de mi cerebro analiza; coteja, secciona, soluciona; todo lo que paso, y pasa a la fecha. Me da una respuesta lógica al problema, es sencillo, como matemáticas, A + B. Es cuestión de aceptación, de resignación, cosa de tiempo, dejar que las aguas se calmen, pasar a lo que sigue, cicatrizar… cerrar el círculo. Termino, no hay más, sin buscarle demasiado, ya hay que dejarlo por la paz, por los dos.

Pero…

Simbólicamente: ahí, donde un puño bombea sangre hacia todos los rincones de mí ser, donde se conectan el alma y la carne. Por donde todo pasa; el filtro: de nutrientes y de sentimientos. Ahí es un país diferente, la moneda oficial no vale lo mismo que en la tierra de la razón. El idioma es otro, es uno que solo se habla ahí, y solo ahí se entiende; Solo ahí tiene sentido. No sirven ni la lógica ni el razonamiento más brutal e irrefutable. No se habla en absolutos, y todo puede pasar. De ahí me llega una orden diferente, una solución que no es solución, un razonamiento sin razón, ni fundamentos. Lo que ahí me dicen no tiene sentido, no arregla nada, ni siquiera es opción. Pero su justificación que no justifica nada es tan fuerte y tan contundente, que no hay más que discutir.
Dice: No se trata de lo que debes hacer, sino de lo que quieres. Eso dice el corazón.

La batalla final se acerca.

Lo que debo Vs. Lo que quiero… hacer.

Definirá el destino de… mi vida. (ja!).


Siento que no se ha cerrado el ciclo, o no he dejado que se cierre.
¿A quien le hago caso?

La tarde de ayer el cielo se cayo, una vez mas…

Y una vez más seguimos en pie.

jueves, junio 07, 2007

Crecer en la ciudad de México.

Me da una perspectiva que desde ningún otro lugar del planeta podría tener.
De no haber nacido y crecido aquí, no seria la persona que hoy soy, y demás obviedades.
Me gusta, a pesar de la suciedad, de la “maldad”, de la pendejez, del miedo, de la farsa (siendo tan real en si) de la gente, o de una gran parte de esta por lo menos, y de tantas cosas mas, me gusta.
Me gusta que me guste.
Me enseña cosas que en ninguna escuela podrían (mucho menos en la mayoría de las escuelas de la misma ciudad).
Siempre tienes la oportunidad de ver algo de verdad interesante en ella. No bueno, ni malo, ni “cotorro”; de verdad interesante.
¡Que cantidad de guapas viven en ella! Benditas sean.
En el centro hay una calle repleta de guitarras, bajos, baterías, micros, amplificadores, procesadores, cables, plumillas, etc, etc, etc…
Tacos, maciza, pastor, cochinita, bistec, con queso; sin, salsa: roja, verde, pico de gallo, limón, sangría señorial, mundet, campechano, ¡tsssssss! ¡Padrino vergación!
¡Es que las morras!
Mis cosas favoritas están aquí, todas, y si no, seguro se consiguen.
Montones y montones de cosas de que burlarme; humor involuntario, pena ajena, y más, a pasto.
No hay mar, playa, y similares, y ni falta que hace. Si hubiera no tendríamos a que salir.
Es rock, lo que sea que a ti te signifique la “palabra” no importa; lo es.

Y si no te gusta…

Pues llégale, ¡órale!

Revelaciones de la peda.

Estando juntos tenía cierta certeza.
No tenerte cerca solo me hace desearte más.
Pensar en la posibilidad de que compartes con alguien mas me vuelve loco.

Tengo pedos.
Jajajajajajajajajaja.

¿Qué quieres ser?


Un hombre.
Dice Edgar Yépez.
Yo asiento. (osea silla, sillón, mesedora... msch!)

martes, junio 05, 2007

De repente todo me tiene harto…
De repente tengo las ganas y la intención de hacer las cosas bien…
De repente no tengo la fuerza suficiente para andar…
De repente hasta me sobra, pero no hago nada de provecho con ella…

De repente siento que no tengo escape…
De repente pienso que las opciones son ilimitadas…
De repente me siento solo…
De repente se que no lo estoy…

De repente pelear por eso que perdí parece imperante…
De repente caigo en cuenta que no tiene caso…

De repente pienso que estoy mal…
De repente se que no lo estoy…

De repente tengo miedo…
De repente me duele…
De repente… nada de eso importa ya

Hacer el intento es lo que hoy me atañe.

lunes, junio 04, 2007

Devuélveme la pasta que me debes.

¡Devuélveme la poca tranquilidad que había ganado!

NO.

No puedo depender de que alguien mas haga las cosas por mi, aunque no haya dependo de mi, y a la vez si.

La recuperare por mi mismo.