True blog waits.

Malpagado, malhablado y malquerido.

miércoles, julio 25, 2012

Cronicicleta. 27

El manubrio de la bicicleta se partió. El tubo que conforma el manubrio derecho se abrió a punto de dos mitades, ahora es inservible. Era de esperarse que eventualmente la presión y los jalones que le ejercí fueran a vencerlo, contando también con lo viejo de la bicicleta y los años que estuvo sin usarse, o eso imagino, definitivamente es demasiado lo que le exijo a una bicicleta que no esta hecha para el tipo de uso que le doy.
De verdad me pregunto a veces que tanto castigo de mas ejerzo a ciertas partes de mi cuerpo al rodar así en bici. Físicamente aún no me siento tan cercano mi limite de fortaleza, pero no se que tanto desgaste realmente estoy causando, a mi espalda, o mis rodillas por ejemplo. Son portentosos los esfuerzos que hago para conseguir cosas que ni me imaginaba podía lograr, solo que todavía no se a costa de que.

Contaba Jackie Stewart el ex piloto de F1 en la película 'Living in the Material World' que tenía esta especie de teoría sobre George Harrison y su afición a las carreras de autos. Contaba que muchas veces al conducir a su máximo en competencia, sus sentidos se agudizaban a tal grado que una vez pudo oler el pasto antes de la vuelta en una curva, lo que le indico que algo andaba mal, y resulta que algún otro piloto había volcado en esa curva, más adelante, cosa que el aún no alcanzaba a ver. El levantón de la tierra y pasto producido por el accidente le previno para evitar ser parte de la carambola, su olfato tan agudo en ese momento le permitió oler el pasto que volaba producto del choque. Jackie decía que probablemente un guitarrista al estar en plenitud de facultades, en un punto álgido, ejecutando, totalmente desconectado, dejándose llevar por el momento debía tener una agudeza de percepción semejante a lo que describe en aquella tarde que logro salvar el pellejo. Probablemente esa búsqueda del limite de lo humano causaba esa empatía o formaba el hilo conductor que podía unir el mundo de la música con el de las carreras para Goerge, ese hilo que probablemente puede unir cualquier actividad humana posible. Ese algo es lo que muchos podrán llamar estado alterado o elevado de consciencia. Algunos lo consiguen con meditación, otros lo buscaran a través de la ingesta de drogas, otros tratando de rebasar sus limites como persona, como seres humanos, yo lo interpretaría todo hacia un mismo punto; la búsqueda de conocimiento de uno mismo y nuestros limites, y la armonía relación que se tiene con sigo mismo y el entorno, o algo así.

Cuando uno tiene todo su ser concentrado en algo, con total entrega y pasión, enfocado con toda la energía que se posee, uno puede sentirse parte de un todo, y todo se siente parte de uno, es cuando uno consigue percibir los pequeños detalles y es capaz de reaccionar instintivamente en segundos ante las alteraciones de esa armonía. No se si consigo explicarlo correctamente, en principio es complicado terminar de entenderlo. La entrega y abandono total, la concentración y atención dedicada a una actividad en especifico, al mismo tiempo nos abre la percepción hacia cosas que "conscientemente" no somos capaces de percibir. Me imagino que eso le pasó a Jackie en la curva. Me imagino que eso le pasaba a Eric Clapton, como contaba George, en algún momento cumbre de alguna ejecución suya (de Eric) en vivo, George lo veía encendido, tocando algo complejísimo, totalmente abandonado, con los ojos cerrados dando la interpretación de su vida, ahí arriba le parecía un dios.
Algo parecido me pasa cada que paso entre dos autos, a milímetros de cada uno, sin tocarlos, como calculado con una precisión que no poseo realmente, si lo pienso mucho no lo logro, o no lo hago, ya es mas bien instinto. Reaccionando en cortísimos momentos para no chocar, en ya incontables ocasiones, percibiendo los mínimos cambios en desempeño de la maquinaría bajo mi cuerpo, su relación con el asfalto y lo cambios de superficie. de es amanera me di cuenta ayer que el manubrio había cedido. La bicicleta se vuelve una extensión de ti, y de no percibir ese sutil cambio en la estructura de todo el "aparato" (mi cuerpo y la bicicleta se convierten en un solo aparato) pude haber sufrido un accidente terrible, por suerte y no, no fue así. Supongo que por eso mismo, en vez de enojarme –como ya ha pasado otras veces– por el nuevo desperfecto, me sentí agradecido por haber llegado a salvo a casa.

domingo, julio 22, 2012

Famosas últimas palabras.

Lo cagado es que, así como a ti te vale verga lo demás por lo bien te la estás pasando, a mi me vale verga lo bien que te la pasas. En círculos hasta el infinito. Y pocos lo van asimilar.